Los días grises son tan raros como el hecho de que deprimen. La lluvia recorre mi ventana y soy yo la que se encuentra de tras de esa ventana, ocultándome del llanto, evitando algo inevitable. Soy un día gris, un día sin sentido, ni solución, no hay escapatoria. Algún día descubriré, ese alguien que note mi falta de calor y color. Soy un día gris, un día que nadie le presta atención, un día que deprime sentimientos. Coquetear al sol me resulta tan difícil como encontrarlo.